Gran parte de la atención está centrada en la mayor ciudad de Brasil, donde la campaña se ha visto empañada por episodios de violencia que involucran a Marçal.
El secretario de seguridad del estado, Louismar Bonates, dijo que los ataques fueron ordenados desde la cárcel en respuesta a la muerte del presunto narcotraficante, Erick Batista.